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La tendinitis es una inflamación del tendón, estructura que une el músculo al hueso. Suele producirse por movimientos repetitivos, sobrecarga o mala biomecánica, generando dolor, rigidez y sensibilidad al mover la articulación afectada. Es común en hombros, codos, muñecas, rodillas y tobillos.

​El síndrome vertiginoso y los mareos de origen cervical se deben a disfunciones en las vértebras del cuello que afectan el riego sanguíneo o la información propioceptiva hacia el cerebro. Esto puede generar sensación de inestabilidad, vértigo y desequilibrio, y suele estar asociado a tensiones musculares, mala postura o rectificación cervical.

​Las contracturas crónicas son tensiones musculares persistentes que no se relajan con el descanso. Se originan por malas posturas, estrés, sobreuso o desequilibrios biomecánicos, generando dolor, rigidez y restricción del movimiento en la zona afectada.

La dismetría de miembros inferiores es una diferencia en la longitud de las piernas, que puede ser estructural (ósea) o funcional (por mala postura o desalineación pélvica). Esta asimetría altera la marcha, sobrecarga articulaciones y puede causar dolor en rodillas, caderas o columna y pie plano. 

La escoliosis funcional o postural es una desviación lateral de la columna que no se debe a malformaciones óseas, sino a desequilibrios musculares, malas posturas o hábitos repetitivos. Es reversible si se corrige la causa, y puede generar dolor, fatiga y asimetrías en el cuerpo si no se trata.

​Las cefaleas de origen muscular y cervical son dolores de cabeza causados por tensión en los músculos del cuello, hombros y la base del cráneo. Suelen estar relacionadas con malas posturas, estrés o disfunciones cervicales, y provocan dolor opresivo que puede irradiar hacia la frente o sienes.